Con esta salida a la Sierra de Segura damos por finalizadas las jornadas de primavera. Mucha lluvia, pero a destiempo, aunque se ha dado ligeramente mejor que en Despeñaperros.
El incendio del verano pasado dejó un sembrado de colmenillas, morillas o cagarrias, que algunos socios tuvieron la suerte de encontrar. Los quemados también dejaron algunas especies pirófilas para nuestro entretenimiento, como la Anthracobia maurilabra o la Plicaria endocarpoides.
El Hotel Río Madera, como siempre en su línea, nos dejó un exquisito sabor en el paladar. Sus comidas serranas valen la pena el viaje aunque no hayan setas en el bosque. Gracias, Pedro y al personal que te acompaña.
Gracias a los socios que nos acompañaron una vez más, fieles a la cita. Nos vemos en el otoño.